Sinceramente, si ni tú mismo confías en que aquello que estás haciendo está bien… ¿quién va a hacerlo?
Confía en tus posibilidades y no busques siempre la aceptación de los demás. Eres tú la primera persona que debe creer en lo que haces. Sólo así tendrás la valentía necesaria para animarte a hacer aquellas cosas que siempre has deseado o soñado.
Si consigues tener confianza en ti mismo, verás como anímicamente serás más fuerte y no será fácil venirte abajo. Los pensamientos negativos se eliminarán solos, porque poco a poco te darás cuenta de que tus objetivos se cumplen si confías en ti y mantienes un estado anímico positivo.
Esto te afectará positivamente en tu día a día ya que aprenderás a confiar en los demás, en tus relaciones personales, etc.
Las personas que confían en ellas y se dicen a si mismas que van a conseguirlo, que son fuertes y que saldrán adelante; son las que consiguen levantarse y superar los fracasos. Si tienes confianza en ti mismo, puedes darte una segunda oportunidad, una tercera y una cuarta para conseguir tus sueños. No te quedarás llorando tus penas en casa esperando a que alguien te de la mano para levantarte. Conseguirás el éxito por ti mismo, con tenacidad y confianza.
Dejarás de ver el fracaso como el fin del mundo. Sabrás que tú puedes hacerlo mejor, que tienes talento y confiarás en tu potencial para triunfar la próxima vez.
Mira los fracasos como un aprendizaje necesario para saber qué caminos no escoger o qué decisiones no debes tomar.
La falta de confianza o el miedo nos impide actuar. Nos impide hacer esa tarea determinada por miedo a fracasar o a no conseguir nuestros objetivos.
Si ganas en confianza te lanzarás a la acción, a probar cosas y aunque no salgan bien, probarás otras cosas diferentes… Lo que haga falta hasta conseguir la fórmula que te haga alcanzar tus metas.
Centro de tratamiento para alcoholismo, drogadicción y otro tipo de adicciones.